Hay una gran paradoja en nuestro tiempo, que a pesar de todos los desarrollos tecnológicos y los avances de nuestra civilización, hay también una crisis en la alimentación, la agricultura, ambiental, en el patrimonio cultural y en la vida misma. Frente a esta crisis humana y ambiental, echamos un vistazo a la larga historia, cultura tradición japonesa para enfrentar el futuro con perspectiva global.
La esencia de la agricultura, la alimentación y el estilo de vida la tradición que los japoneses han llevado a cabo por siglos puede ser descrito como ‘sustancia, servicio y corazón’. Esta trinidad optimiza el objeto, la acción, y el espíritu y se ha conservado en el corazón de la vida actual de los japoneses teniendo un arraigo de más de dos mil años.
Si pudiéramos traer esta esencia japonesa desde el origen y examináramos su configuración original, tal vez podríamos reconstruir los elementos de la vida actual (era Heisei del Japón). No es la intención regresar o imitar el pasado, sino optimizar nuestra vida hoy mismo, aquí y ahora teniendo conexión con la riqueza de la historia.
Esta es nuestra visión.
Al redescubrir los fundamentos de la tradición y la cultura de Japón, tomamos también su patrimonio -preservado y transmitido a través de una larga serie de generaciones-, y su proceso inherente de adaptación y transformación. Ambos son los aspectos clave de la revitalización de la vida y la sociedad de hoy.
Nuestro objetivo es que a través de la preservación, reanimación y promoción de las culturas y tradiciones regionales de Japón, logremos encontrar lo que realmente es la cultura, el arte, y la alimentación que tienen un vínculo con la vida misma.
Rosanjin que con su amplia visión en muchos campos de la vida, miró y valoró la realidad en carne propia. Ahora, su visión nos ayuda a re-valorar, revisar y reconstruir algo nuevo.
Rosanjin, quien falleció hace más de cincuenta años, fue el pionero no sólo de nuestra cultura japonesa moderna, también de la cocina japonesa, (washoku), que en 2013 fue registrada como Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO. Ahora nosotros, teniendo a la tradición como la arcilla en las manos podemos hacer una evaluación renovada y crítica propositiva para encarar el futuro.
AACERCA DE ROSANJIN CLUB
TTomando las palabras de Rosanjin, muchas veces repetidas como epítome de su arte: «el plato es el ‘kimono’ de los alimentos» y ligado al largo linaje Kitaoji de Kioto creó la marca de Kimono Rosanjin, la lleve consigo la esencia de los textiles tradicionales del distrito de Nishijin.
En ese sentido, en el proceso fundacional del Rosanjin Club, el reconocido artista de kimono Yoshiro Matsuoka colaboró activamente tanto en Japón como en el extranjero. Asimismo, otros creadores del distrito de Nishijin, también participaron como patrocinadores.La primera vez que Rosanjin salió de Japón fue por invitación de la Fundación Rockefeller para exponer su trabajo en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, seguido de otras exposiciones patrocinadas en Estados Unidos como en Europa. Años después, Rosanjin presentó la Fundación Rockefeller una enorme colección de sus obras.
La marca de Kimono Rosanjin también fue admirada por la familia Rockefeller. Por ejemplo, se presentó en la Fundación Rockefeller la obra textil de Rosanjin llamada ‘noren’, que es el signo del textil colgante que que tradicionalmente se observa en las tiendas de Japón.
La marca Kimono Rosanjin ha recibido el respaldo cultural no sólo de la Fundación Rockefeller en Nueva York, también de la Japan Society NY y de la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA).
Las palabras de Rosanjin, famosas por su imagen gourmet, revelan su idea definitiva de la estética de gusto.
"No se trata de comer cosas deliciosas, sino comer con un sentido del gusto"
Por otra parte, en sus últimos años, dijo:
«La comida es una cosa de Dios, y la comida compartida con otras personas es la comida más deliciosa de todas.”
Adoptando la idea de Rosanjin de que los alimentos son el fundamento, nosotros también pensamos acerca del entorno y otros elementos necesarios para ‘comer con gusto.’
En primer lugar, tomamos los ingredientes básicos, como el agua, la sal y la salsa de soya, «cosas que son buenas para la gente.» Si nos fijamos en el kanji japonés para representar la comida, observamos dos caracteres: ‘persona’ y ‘buena’, así entonces, podemos ver que el kanji japonés realmente personifica el significado de la comida tal como es «bueno para la gente’
Nuestro objetivo es buscar, establecer y desarrollar los elementos y circunstancias que ofrecen buenos ingredientes, las ‘cosas que son buenas para la gente’, tal como se expone en el kanji japonés para expresar la ‘comida’
De acuerdo con Rosanjin, ‘comer con gusto’ no es algo que se pueda hacer por sí solo.’
En Rosanjin se encontraba la idea de que en una mesa rodeada de familiares, amigos, los desconocidos se vuelven conocidos y se puede ‘comer con gusto’
La misión de Rosanjin Club es encontrar y ofrecer el medio ambiente y la conexión en la que podemos verdaderamente ‘comer con gusto’
Como representantes de Rosanjin en este tiempo, era Heisei japonesa, tomamos el platillo más amado de Rosanjin, el platillo por excelencia de la casa japonesa: ‘huevo crudo en el arroz’, como estandarte cultural. Así entonces, comencemos con algo básico: a partir de algo tan sencillo como los huevos.
El arte de Rosanjin no se limita a la caligrafía y la cerámica, sino que abarca una gama excepcionalmente amplia de actividades artísticas.
La mayor parte de su trabajo no fueron obras de arte por el arte mismo, sino cosas destinadas a ser funcionales. Cosas necesarias y usables en su vida diaria, incluso fueran sólo para él.
De ellos podemos señalar a un objeto, la pieza cerámica que Rosanjin debe haber utilizado hasta el final, es el dispensador de cerámica salsa de soya. (ver foto: Hiroki Kondo)
A pesar de estar roto, todavía podemos ver las huellas que han sido cuidadosamente reparadas. En la pieza podemos sentir su fuerte sabor de calidez e intimidad. No era una obra de arte, sino un objeto hecho para ser utilizado estéticamente.
La salsa de soya Rosanjin logró alcanzar al borde de la genialidad, logró un estilo que generó gran expectativa entre los chefs y todos los que le rodeaban. En ese sentido, antes y ahora, ni una gota de salsa de soya se puede desperdiciar, debe llegarse hasta la última gota. Para Rosanjin, junto con el dispensador de la salsa de soya, la mesa de comedor y lo que lo rodea deben estar completamente impecables, llenos de elegancia.
El vertido de la salsa de soya, en sí mismo, revela el pináculo de un arco curvado hábilmente diseñado.
El mismo Rosanjin, tal vez, también fue así …
Lograr crear el mejor platillo de arroz con huevo crudo usando salsa de soya, no resulta por el uso de salsa de marcas conocidas, promocionadas y constantemente de precios altos, sino proviene de una salsa que provenga de la agricultura orgánica de los ingredientes, la calidad de la cosecha envuelta por la luz y el calor natural del sol. También proviene de la adecuación de la zona de producción, del método de preparación, de sus barriles de madera, de las personas que manejan el negocio y de las personas que utilizan el producto.
Es decir, no es una fijación en el producto en sí mismo, el producto es un eslabón final de un orden natural más grande y profundo. Pensando así, como que tiene que ser, nada más y nada menos, nos podemos imaginar lo que el mismo Rosanjin pensó.
Rosanjin dijo «el plato es el kimono de la comida». Es buscar hacer que las personas realicen su camino de vida como la de un samadhi gourmet, envuelto en una concentración meditativa. Así podemos imaginar el nivel de sensibilidad de su corazón, su apreciación que incluso raya en lo espiritual, por esa divina trinidad en la comida, el recipiente de arcilla, la mano que lo hace, y el que hombre-espíritu que participa.
Hoy en día, este espíritu y lazo hacia la trinidad del objeto, la acción, y el corazón, es relevante no sólo para la alimentación y la agricultura, también lo es para el arte de vivir cotidianamente.
En estos días, en un sentido más amplio, es tal vez. la reunión familiar, nuestras conexiones con personas, nuestra identidad positiva, el vínculo con nuestro país y la conexión con culturas regionales, de donde estamos recibiendo cada vez más y más.
Rosanjin, viviendo por aquí y allá en todo Japón, conociendo y adorando a los alimentos de su tierra, dejó a su vez un halo de creación, una actividad constante que quedó como marca indeleble dondequiera que estuvo.
Además, Rosanjin, siempre estuvo firme frente a conservadurismos de hombres de negocios, financieros, renombrados artistas, chefs, o políticos japoneses de su época. Fue la revolución de un solo hombre, tanto Japón como en el mundo.
En 1954, año 29 de la era Showa en Japón, Rosanjin fue invitado por la Fundación Rockefeller para celebrar una exposición individual en el Museo de Arte Moderno, Nueva York; esto fue seguido de varias exposiciones de sus cerámicas y conferencias en los Estados Unidos y luego en Europa. Rosanjin más tarde donó una enorme cantidad de obras de cerámica y sus kimonos también fueron presentados en dicha fundación.
Ciertamente, Rosanjin siendo un personaje excéntrico, no siempre recibió elogios y aplausos; es bien sabido que Rosanjin fue conocido por provocar controversia y antipatía en muchos.
A pesar de sus controversias, Rosanjin, llego a ser galardonado por el gobierno japonés con el título de ‘Tesoro Nacional Viviente’, sin embargo, siendo fiel a su personalidad, con altivez, negó este reconocimiento prestigioso en el ámbito cultural del Japón.
l reflexionar sobre la historia, podemos ver que es muy difícil de mirar hacia atrás e imaginar lo que hubiera pasado si el genio hubiera sido diferente, más acoplado a las normas sociales de la época. Tal vez se hubiera perdido un pionero, un genio de época, afortunadamente no fue así y hasta el día de hoy su legado continua.
Así entonces, nuestro objetivo es volver a descubrir la historia de Japón, su tradición y su cultura en una nueva etapa. Reconocemos la existencia de tesoros artísticos y culturales que se han venido transmitiendo con tanto cuidado, mano a mano, de generación en generación, y para ser reorientados y reinventados a lo largo del camino por recorrer.
La publicación y uso de recetas en la revista «Hoshigaoka», revista del restaurante del mismo nombre «Hoshigaoka Saryo», le permitió a Rosanjin servir probablemente la cocina gourmet más avanzada de la época. Fue la auténtica cocina de Rosanjin que poco a poco se ha reavivado en exclusivos círculos de cocina.
En las palabras del chef que lidera este avivamiento:
«Si pudiéramos tener los ingredientes del periodo de Rosanjin, y prepararlos en las circunstancias de ese momento, y servir a la gente de hoy,
simplemente no podría ser del agrado para la gente de hoy … »
Nos preguntamos entonces, y si Rosanjin viera la contaminación del medio ambiente, de la agricultura, de la comida, de la sociedad, del estilo de vida de hoy, ¿Qué diría?
Sin lugar a dudas, rugiría, su garganta y todo su cuerpo se estremecerían, «Por el amor de Dios, ni siquiera imaginarlo!»